Crítica

Podríamos estar ante una versión más light de “Crepúsculo”.

Pues la premisa da a entender que nos encontraremos con una historia más oscura de la Caperucita Roja, sin embargo, nos meten un romance que, desde mi punto de vista, sobra, aunque entiendo que es necesario para alargar la película y que no quede únicamente en media hora.

Sin duda alguna, la actriz Amanda Seyfried y Gary Oldman están impresionantes y hacen que nos creamos cada uno de los personajes. Pero, por la trama tan romántica, esperaba algo más, más oscuro, más terrorífico, más… de miedo.

Además, tenemos un CGI un tanto pasable, un CGI que se deja ver y no como otros que podemos “disfrutar” en películas de más presupuesto.

Eso sí, tendremos un giro de guión inesperado, pero que la directora Catherine Hardwicke nos deja entrever quién es realmente el malo de la historia.

Pues dicho eso, no pienso que haya sido una pérdida de tiempo, pero la recomendaría como último recurso a un domingo con ganas de dormir la siesta.