Violencia brutal y épica desigual
Érase una vez el Oeste arranca con fuerza, mostrando un oeste de 1857 crudo y despiadado, en torno a la masacre de Monte Meadows. La ambientación es excelente, con fotografía impactante y una recreación histórica muy cuidada. Peter Berg dirige con solvencia y la serie destaca por su realismo violento y escenas de gran tensión.
Betty Gilpin brilla en un papel potente, aunque por momentos algo forzado, y Taylor Kitsch cumple bien, pese a que su personaje pierde fuerza hacia el final. El reparto secundario está a gran nivel, especialmente Saura Lightfoot-Leon y Shea Whigham.
Aunque la serie comienza de forma sobresaliente y engancha por su dureza y ambición, va perdiendo foco en los últimos episodios, cayendo en tópicos y dejando en segundo plano tramas que prometían mucho más.
En resumen: Un western sólido, violento y bien producido, que arranca con gran intensidad pero se desinfla un poco al final.
Nota: 7/10.
La verdad no me ha gustado mucho ni la trama ni la velocidad con la que se desarrollan las cosas, si esperas acción la hay pero todo con unas bandas sonoras y un tono lúgubre que hacen aburrida la serie