Por fín parece que nuestro cine se atreve con todo, empezamos a ser europeos también en el séptimo arte y ya nos atrevemos con todo.
Calparsoro trae a colación uno de los temas más controvertidos en nuestro país, una vez que el servicio militar obligatorio, que muchos cumplimos, ha sido erradicado. Y es que nuestro nuevo ejército profesional, por mandato tanto de la OTAN como de la ONU es desplegado por todos los países con conflictos bélicos para realizar misiones humanitarias, o como se diga que lo hizo Aznar con su apoyo incondicional a la Guerra del Golfo con la mayoría de la oposición del Parlamento español en contra.
Calparsoro es un director valiente, que no rehuye nada, y nos narra un episodio bélico protagonizado por l@S soldados españoles que tanto puede ser ficticio como real, usando los medios que el ejército español tiene en un país con un conflicto genocida y religioso que aún continúa.
Notable película, un 7.
Y una certeza para todos, el cine español ya ha salido de la copla y del chiste fácil, y es perfectamente exportable al resto del mundo. Quizás fuera mejor apoyarlo por parte de las instituciones que gravarlo a impuestos, sobre todo por aquéllos que defiende lo contrario a capa y espada.