Película de tensión trepidante desde el primer minuto hasta su resolución. Neeson en esos papeles de perdedor de vuelta de todo, de alcohólico que nunca se rehabilita pero sin embargo que hace su trabajo, y muy bien por cierto. La premisa es curiosa, alguien va a asesinar en el espacio reducido de un avión a una persona cada veinte minutos, y él es el único habilitado para impedirlo.
La tensión va subiendo ante la inconcrección de la amenaza, y que todo desde fuera le apunta a él mismo como al culpable de la amenaza e instigador de la misma.
Solvente actuación de Liam Neeson, bien secundado por una apergaminada Julianne Moore que tras sus visitas al taller se ha dejado un cromo por rostro.
Notable, 8.
He estado toda la película súper intrigada y con muchísimo agobio al final porque no sabía qué iba a pasar.
No es la temática que suelo ver, pero mola.