Los recuerdo con verdadera pereza y desasosiego. No sé bien cómo, mi hijo pequeño se enamoró de estos cinco o seis figurines de colores que tras metamorfosearse cuando aparecía un bicho del espacio mandado por una tipa que nos enseñaba más de lo que debería, aunque he de reconocer que era lo único digno de ver la serie, y que lo teníamos hasta en la sopa, pues había que grabarlos todos para que los pudiera ver una y otra vez y así dejaba a mi mujer que hiciera las cosas de la casa. Prácticamente no sabía hablar y ya estaba con sus "Powers Rangers" y la palabra "más, más" cuando terminaba la cinta de VHS para volver a verlos.

Y cuando salió la película que ilustraba la serie y la vió en un centro comercial, podéis imaginarlo, no creo que los dos o tres vídeos que pasaron por casa pasaran otra película que no fuera los dichoso "Powers Rangers", vamos, una bendición. Y compra muñecos, y compra cromos, y compra.... una verdadera tortura... de la que salió, tampoco sé bien cómo, gracias a Dios.

Mi voto está claro, un 1.