Una película más del estilo, sin duda. Lo que creo que añade, es un debate muy interesante acerca de “la Navidad” y el verdadero consumismo del que se aprovechan las empresas detrás de las fiestas.
Os imagináis unas navidades sin regalos? Reunidos con la família pero con los niños en la mesa sin ningún tipo de ilusión para abrir regalos, como una tarde de domingo de Julio?
Da que pensar.
Además, la peli consigue ponerte de los nervios con la obsesión de Tom, por mucho que te guste la Navidad.
En general, una película que se deja ver.