Antigüedad, Helenismo. Alejandro (356-323 a. C.), rey de Macedonia, comenzó a reinar a los veinte años. Se apoderó primero de Grecia y, después de conquistar el inmenso Imperio Persa, siguió avanzando hacia la India. Fue un gran estratega que nunca perdió una batalla, un visionario cuyos sueños, hazañas y destino dejaron huella en la Historia. Cuando murió, a los 33 años, había forjado un imperio sin precedentes en la historia. Los personajes más influyentes de su vida fueron: Filippo, su padre; Olimpia, su madre; Hefestión, su gran amigo; Roxana, su ambiciosa mujer, y el general Ptolomeo, confidente y leal compañero de armas.
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Anthony Hopkins nos narra la historia de Alejandro Magno sirviendo de conductor con frecuencia para saltarse muchos años de historia con resúmenes. La película está protagonizada por Colin Farrell que siempre he creído que es un gran actor y en esta ocasión, como en las demás, consigue hacer un buen trabajo. Sin embargo, físicamente se caracteriza por tener las cejas muy pobladas y verlo teñido de rubio con las cejas también pintadas, es algo que termina quitándole puntos, creo que deberían haber buscado un actor verdaderamente rubio, pero por lo demás cumple a la perfección.
La película está repleta de estrellas de renombre como: Jared Leto, Angelina Jolie, Val Kilmer, Rosario Dawson y Jonathan Rhys Meyers (aparte de los dos anteriores ya mencionados). Como es evidente, se pretende reflejar la gloriosa vida de Alejandro Magno en un tramo de cerca de 3 horas, de las cuales se hace mucho hincapié en lo obsesionado que parecía estar por alcanzar sus sueños y también en la paranoia que desarrolló hacia su propia gente al fraternizar con los extranjeros.
Como película (pese tener buenos momentos) no resulta muy amena, pero puede ser interesante si quieres saber un poco sobre este histórico personaje y sus incontables conquistas.
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