Otra polémica novela de Dan Brown, que sigue con su cruzada contra los mitos y costumbres de la Iglesia Católica y, sobre todo, de los que la dirigen. Aprovechando la muerte del Papa, y el consiguiente Cónclave para elegir entre el colegio cardenalicio al nuevo Padre de la Iglesia Católica (me viene a la memoria la magistral "Las sandalias del Pescador" película estadounidense de 1968, dirigida por Michael Anderson y protagonizada por Anthony Quinn, basada en la novela del escritor australiano Morris West publicada en 1963, que fue un éxito mundial), aparece un antiguo grupo que propugnaba la Ciencia ante el arcaísmo de la Iglesia, denominados "Illuminatti", que intenta a través del secuestro de los cuatro cardenales favoritos para obtener el nombramiento, imponer sus ideas.
El Vaticano llama a Robert Langdon para que les ayude a localizar a los cuatro cardenales, y con la ayuda de Ayelet Zurer, actriz que no conocía, que protagoniza a una joven científica que ha descubierto la antimateria, o como muchos le llaman, "la partícula de Dios" que ha sido sustraída y con la que se amenaza al Vaticano por su poder destructivo, se lanza a la aventura de descubrir a los "Illuminatti" y rescatar a los cardenales.
Tom Hanks lo borda, una vez más metido en el papel de profesor e investigador, y Ron Howard adapta lo más fielmente la película a la novela, como ya hizo en "el Código Da Vinci", y en "Inferno", novela que me encuentro leyendo en este momento.
Con mucha más acción que la anterior y manteniendo el suspense hasta el último minuto, la cinta se merece, en mi opinión, un notable alto, un 8.