Bajo los acordes del "Oh, Susana", o eso me ha parecido a mí, desgrano la película más antigua que he visto de ese gran monstruo de la escena que fue Gary Cooper, que pasó del cine mudo al sonoro con un rotundo éxito.
Western romántico que nos presenta un antiguo y salvaje Oeste, donde los pioneros cruzaban el país en carretas de madera tiradas por mulas formando caravanas para protegerse de los ataque indígenas. Uno de los encantos de esta película es ver las dificultades de aquellas personas que viajaban en pos de un sueño intangible, jugándose sus vidas y lo poco que tenían en viajes infernales donde la muerte siempre estaba presente.
Dos viejos explorados borrachines educaron al joven talludito al que da vida Cooper, con un notable humor y unas cuantas objeciones hacia el género femenino cuando ven que su chico se enamora de una atractiva y lista Lili Damita, que utiliza todos sus encantos para enamorarle.
Ha resaltar ese combate vadeando el río, notable en su ejecución y su coreografía.
Interesante, 6.