Cuarta entrega de la franquicia, y cuarta entrega de más de lo mismo. Muchísima acción, muchísimas explosiones, preciosos coches que se transforman y se destruyen, Michael Bay dirigiendo y llenando aún más los bolsillos de sus productores, y amenazan con una quinta.
No deja de ser espectacular pero sigue sin tener un guión medianamente lógico como hilo de unión con sus predecesoras, además de que desaparece LeBeouf que además de los robots era el nexo de todas las anteriores. Nuestro humanos, en esta ocasión, es Mark Wahlberg y su preciosa hija, NIcola Peltz, su novio y la relación jocosa entre este triángulo interpretativo, y los malvados encarnados por Kelsey Grammer y un Stanley Tucci que está en la película porque le contrataron para hacerla.
Nada novedoso pero continúa siendo un espectáculo visual. Un 6 y recomendada para los fans de los robots, que son muchos.
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Cuarta entrega de la franquicia, y cuarta entrega de más de lo mismo. Muchísima acción, muchísimas explosiones, preciosos coches que se transforman y se destruyen, Michael Bay dirigiendo y llenando aún más los bolsillos de sus productores, y amenazan con una quinta.
No deja de ser espectacular pero sigue sin tener un guión medianamente lógico como hilo de unión con sus predecesoras, además de que desaparece LeBeouf que además de los robots era el nexo de todas las anteriores. Nuestro humanos, en esta ocasión, es Mark Wahlberg y su preciosa hija, NIcola Peltz, su novio y la relación jocosa entre este triángulo interpretativo, y los malvados encarnados por Kelsey Grammer y un Stanley Tucci que está en la película porque le contrataron para hacerla.
Nada novedoso pero continúa siendo un espectáculo visual. Un 6 y recomendada para los fans de los robots, que son muchos.