Como su nombre indica, la película retrata, con una fotografía espectacular, el retorno al hogar paterno de un joven chino para celebrar el funeral de su padre, que fue el maestro del pueblo. Con un ritmo muy lento, al que no estamos acostumbrados en Occidente, asistimos al choque entre modernidad y tradición; entre quien vuelve de la ciudad, y quienes nunca han salido del pueblo. Los temas de fondo: la admiración ante el amor de los propios padres, a los que tantas veces hemos visto demasiado sometidos a la costumbre; el valor permanente de la tradición y los ritos, que ayudan a asumir los diversos momentos de la vida, tanto de alegría como de tristeza; esa especie de orgullo que nos abrasa el corazón al darnos cuenta de que nuestras personas queridas han dejado una huella profunda en otros…