Tenemos la inmensa fortuna de que Peter Jackson se enamorara de la literatura y del mundo de Tolkien para ofrecernos verdaderas obras de artes, plenas de magia, colorido, paisajes increíbles, épicas batallas, y todos los trasgos, orcos, enanos elfos y hobbits. Que nuestros jóvenes tras más de una década desde el Señor de los anillos puedan disfrutar de su precuela y de todo el Universo Tolkien es para agradecerlo a este director que nos da el inmenso placer de reencontrarnos con ello.
Me hacen gracia los puristas que se ponen a comparar, como desgraciadamente hacen con todo en la vida, una novela con una película, si son copia fiel del original o se han hecho licencias en la narración de los hechos. Sentaros en vuestras butacas y disfrutar de esta excelente obra maestra visual, y dejaros las novelas para esas largas noches de invierno enfrente de vuestra chimenea, el que pueda permitirse un hogar.
Aparecen los humanos en esta segunda entrega, con Bardo a la cabeza para enfrentarnos con Smaug. Seguro que seremos importantes, más allá de la codicia que llevamos por bandera, esta nuestra humanidad y la certeza de lo que es el deber, el bien y el mal, aunque a veces no sepamos por que camino continuar.
Sobresaliente para esta segunda entrega, un 9 y a favoritos.