Coge una peli de Guy Ritchie, añade "Jew"-jitsu y cómo los judíos son el pueblo elegido y los demás simplemente borregos sacrificables para Dios, y encima dale un final (Spoiler Alert) más mierda imposible y tienes esta serie. Se salva de la quema porque los personajes son carismáticos y te puede enganchar al menos por ver como termina.