"Mandíbulas" no es una película de terror al uso, no se puede comparar con el "Tiburón" de Spielberg, donde se inició con éxito las películas sobre grandes depredadores que se alimentan del depredador máximo, el ser humano. Ni tan siquiera es un thriller, pues todo es un tanto previsible una vez identificado el depredador.
Steve Miner toca todos los palos, pero el fundamental es cómo reírse con un cocodrilo, y para ello utiliza a una estirada Bridget Fonda y a la pareja formada por Oliver Platt y Brendan Gleeson, incluso a Betty White en su jocoso e hilarante papel.
Floja sin duda, aunque agradable de ver. Mi puntuación, un 3.