Washington DC, año 2054. La policía utiliza tecnología psíquica para arrestar y enjuiciar a los asesinos antes de que cometan un crimen. El futuro se puede predecir y los culpables son detenidos por la unidad de élite Precrime antes de que puedan delinquir. Las pruebas se basan en los "precogs", tres seres psíquicos cuyas visiones sobre los asesinatos nunca han fallado.
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Película muy actual de acuerdo con las nuevas tecnologías que tienen controlado al ser humano en todo momento, desde los dispositivos móviles a las cámaras instaladas en cualquier lugar de nuestro entorno. Pronto nos introducirán algún dispositivo al nacer para fiscalizar nuestras vidas desde el mismo momento en que llegamos a la vida.
Estupendo guión del que subyace una pregunta, si no has cometido ningún delito, como puedes pagar por él. Y llegamos a la gran respuesta cuando la ciencia no nos da respuestas, "el libre albedrío".
Buena dirección de Spielberg que utiliza todos los medios a su disposición para presentarnos un futuro creíble, un guión que nos presenta un thriller futurista con mucha miga por desentrañar, un Cruise que mejora su actuación sobre papeles anteriores, y un elenco de secundarios muy convincentes.
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Gran película con un planteamiento muy interesante. Aunque le veo lagunas, no en la película en sí, sino en la ética. ¿Hasta qué punto es sólo culpable el futuro asesino y no la víctima?
Como se suele decir, 'hecha la ley, hecha la trampa'. Supongamos que estás muy molesto con alguien, y quieres joderle la vida. Puedes conspirar para que dicha persona pierda los estribos e intente matarte. Puede que no lleguen a tiempo y mueras, pero bah, si te sale bien ¿qué? Como en el crimen pasional del principio. La mujer se lo busca, con el amante apostado en la entrada mismo y sin esperar apenas cinco minutos tras la marcha del marido. Muy descarado.
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