Aventura donde se mezclan la ficción y la realidad sobre un levantamiento de los mestizos canadienses contra la Corona inglesa representada por su fuerza policial en el territorio, la Policía Montada canadiense.
Cecil B. DeMille, a pesar de los majestuosos paisajes donde rodó en las Rocosas canadienses, con una explosión de color a la que le va de perlas las casacas rojas de la Policía, se inclinó más por los escenarios de cartón piedra de los estudios que por lo natural. Un error, apreciable en algunas escenas, lo que no quita la espectacularidad de los paisajes naturales.
Uniendo la epicidad, los romances, el humor y las escenas bélicas, consigue, aunque no con toda la brillantez con la que nos asombró más adelante, una estimable película de aventuras reservándose alguna sorpresa para lograr un epílogo trabajado.
Preciosas las dos actrices que encabezan el reparto, Madeleine Carroll y la explosiva Paulette Goddard que hace gala de su salvaje belleza, bien arropadas por Preston Foster, Robert Preston y el gran Gary Cooper, que llena con su sola presencia todas las escenas.
A mí me gustó. Notable, 7.