Muy notable comedia, muy bien dirigida por Scott Hicks con una gran interpretación de Catherine Zeta Jones, Aaron Eckhart y la sorpresiva niña Abigail Breslin, con un triángulo familiar muy conseguido, todo ello aderezado con una genial banda sonora, que impide que te des cuenta de los momentos en que no pasa nada, unificando la comida sofisticada en una cocina de restaurante con el picante de un romance que poco a poco se va construyendo.
Extraordinaria la ópera de una gran banda sonora, con Pavarotti como su estrella. Me ha calado la película, inesperadamente, como la carcajada que me ha arrancado la primera niñera.