Señalar que es una estupenda miniserie en 8 capítulos que habla de la corrupción generalizada como vehículo para obtener las condenas, incluso de muerte, de inocentes para exonerar a los autores materiales de los crímenes execrables que se producen.
Como el dueño del dinero tiene el poder de hacer lo que quiera, porque con el vil metal corrompe a todo el resto de poderes de la sociedad, y sigue estando impune. Esos mismos poderes que se venden al mejor postor para lucrarse directa o indirectamente, donde los delitos no son sólo corrupción o prevaricación, o cohechos propios o impropios, es que además se produce el típico tráfico de influencias, el lavado de dinero negro y la financiación ilegal de los partidos y de los cargos públicos para financiar su llegada a esos cargos.
¿Les suena el paralelismo con cierto partido de la derecha española que se acaba de alzar con otra victoria a pesar de que día sí y día también salen publicadas en los periódicos de tirada nacional delito tras delito cometido por sus miembros? Lo dejo porque la indignación me consume.
La serie se resuelve someramente, dejando un portalón a la producción de una segunda temporada que todavía no se ha anunciado a Julio de 2.016, por lo que dudo mucho que se realice.
Mi nota un 6, habida cuenta de que no tenemos segunda temporada. Si fuera así, esta primera temporada es de sobresaliente, 9.