El especialista en documentales de cine, Jeffrey Schwarz, (La amable Minessota, 2003), nos acerca en esta ocasión a la figura de un controvertido actor y cantante travesti underground de los setenta y ochenta, el prematuramente desaparecido, Divine, (Harris Glenn Milstead). Actor que se hizo famoso de la mano del director John Waters, con una serie de películas trash, en la que destaca Pink Flamingos, (1972), y su archifamosa escena, (come en pantalla caca de perro recién expulsada), y que persiguió al bueno de Divine de por vida. Hay que destacar para saber del efecto de esta película en su momento, que estuvo diez años!!! en cartel en la llamada hora golfa…
EL documental, nos lleva desde la infancia hasta su fatal final, en un recorrido en la que desde su madre hasta sus mejores amigos, nos van dando forma a lo que pudo ser la figura (oronda), excesiva en todos los aspectos de Divine. Participación clave de un sorprendentemente bien conservado, John Waters, que fue amigo de la juventud y le fue dando forma a su carrera.
Se analiza su carrera cinematográfica en que destaca como película seria Inquietudes (Alan Rudolph, 1985) y por supuesto su último film, Hairspray de 1988, que le confirió el papel de estrella… por breve tiempo porque falleció apenas tres meses después de su estreno cuando se disponía a debutar en la serie Matrimonio con hijos.
También se da un repaso a sus éxitos musicales en plena explosión de la música disco en New York, con éxitos como Step by step, I´m so beautiful o You´re think are a man… que petaron las pistas de baile a principios de los ochenta y es por lo que yo conocí a este peculiar personaje.
Además y como no podía ser de otra forma, fue un icono en los ambientes gays de la época y se convirtió en un mito con su prematura muerte.
Vivió una vida excesos, sexo, drogas, comida (mucha), etc… buscando ese vacío que le dio una infancia dura, y que cuando sus padres vieron en que se había convertido le negaron la palabra… aunque años más tarde, volvió a casa ya convertido en estrella y fue aceptado. Quiso al final de su vida poner un poco de distancia con su personaje de Divine… pero le resulto imposible. Al fin y al cabo fue quien le llevo al estrellato.
Murió plácidamente mientras dormía, con apenas 43 años, en una vida llevada al exceso de principio a fin… aunque visto y escuchado el documental, creo que era un buen tipo.
Desde aquí mi homenaje a la primera figura del cine trash y de la música disco neoyorkina.