Es lo que tiene Movistar +, que a veces te encuentras con estos productos que parecen sugerentes y a la vista de ellos te das cuentas de que necesitan tres guionistas para encajar el que un tigre sea el brazo ejecutor de un asesinato.
Si además lo aderezas con un huracán, tapiando con madera puertas y ventanas, un niño autista al que no se le puede tocar, y un seguro de vida por cobrar, te das cuenta de que el bodrio es insuperable, más allá de la originalidad de contar con un tigre devorador.
Ni pies, ni cabeza. Espero que el tal Carlos Brooks no se vuelva a cruzar en mi camino.
Mala, 2.