Crítica

Estado Eléctrico se presenta como una película de ciencia ficción distópica que, en esencia, busca ofrecer un entretenimiento ligero y sin complicaciones. La trama sigue a una joven (Millie Bobby Brown) en su viaje a través de un Estados Unidos devastado, acompañada por un adorable robot. La película cumple su función de desconectar durante dos horas, gracias a efectos visuales decentes y una premisa SENCILLA. Sin embargo, la película adolece de varios problemas notables:

• La inclusión de Chris Pratt se siente forzada y su personaje aporta poco o nada a la trama principal. Su presencia parece más un intento de atraer público que una necesidad narrativa.
• Ambientar la historia en los años 90 no añade ninguna capa de profundidad o relevancia a la trama.
• Estado Eléctrico se conforma con ser una película palomera, sin aspirar A ofrecer una visión original del género de ciencia ficción. La trama es predecible y los personajes carecen de desarrollo sustancial.
  En resumen, "Estado Eléctrico" es una película que cumple su cometido de entretener de forma pasajera, pero que no deja una impresión duradera. Su falta de ambición y la presencia innecesaria de ciertos elementos la convierten en una experiencia olvidable.