Después de más de quinientos usuarios dejando sus crítica en el portal filmaffinity supongo que ya está todo dicho y analizado hasta la saciedad, y trás de mí, vendrá otras quinientas críticas más para diseccionar esta obra de arte con la que nuevamente nos sorprende Ridley Scott tras la inigualable "Alien".
He vuelto a verla tras varios años, lo mismo que la volví a ver casi diez años después de su estreno cuando se publicó el montaje del director, con leves cambios que provocaron otro buen número de críticas dándole más vueltas a un guión y a unas claves que nunca el bueno de Ridley destapó, y que siguen ahí en el imaginario de todos, como la paloma y el unicornio, sobre si el personaje de Harrison Ford era un replicante más, sobre si Edward James Olmos estuviera por delante de la acción y simplemente fuera un notario de los hechos acaecidos.
Se anuncia una secuela, como se anunciaron las de Alien, pero con Ridley Scott a los mandos. No será lo mismo, como no lo está siendo Alien, y además ya no resonará la banda sonora de un genio como Vangelis, pero el sabor a sorpresa, a lo genuino, a lo imposible hecho realidad hará que se abra nuevamente nuestro apetito y esperemos que lo que nos ofrezcan llene nuestro paladar.
No me apetece hablar de las excelsas actuaciones del elenco de actores, quizás las mejores de sus extensas carreras, porque el verdadero protagonista es el director, Don Ridley Scott.
Las obras de arte sólo pueden tener una nota, la matrícula de honor.
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Después de más de quinientos usuarios dejando sus crítica en el portal filmaffinity supongo que ya está todo dicho y analizado hasta la saciedad, y trás de mí, vendrá otras quinientas críticas más para diseccionar esta obra de arte con la que nuevamente nos sorprende Ridley Scott tras la inigualable "Alien".
He vuelto a verla tras varios años, lo mismo que la volví a ver casi diez años después de su estreno cuando se publicó el montaje del director, con leves cambios que provocaron otro buen número de críticas dándole más vueltas a un guión y a unas claves que nunca el bueno de Ridley destapó, y que siguen ahí en el imaginario de todos, como la paloma y el unicornio, sobre si el personaje de Harrison Ford era un replicante más, sobre si Edward James Olmos estuviera por delante de la acción y simplemente fuera un notario de los hechos acaecidos.
Se anuncia una secuela, como se anunciaron las de Alien, pero con Ridley Scott a los mandos. No será lo mismo, como no lo está siendo Alien, y además ya no resonará la banda sonora de un genio como Vangelis, pero el sabor a sorpresa, a lo genuino, a lo imposible hecho realidad hará que se abra nuevamente nuestro apetito y esperemos que lo que nos ofrezcan llene nuestro paladar.
No me apetece hablar de las excelsas actuaciones del elenco de actores, quizás las mejores de sus extensas carreras, porque el verdadero protagonista es el director, Don Ridley Scott.
Las obras de arte sólo pueden tener una nota, la matrícula de honor.