Crítica

Viajar en el tiempo supone que el futuro forma parte del pasado. El pasado forma parte del futuro, el futuro se construye a partir del pasado, por tanto las partes del futuro se encuentran, dispersas en el pasado, y es en base a estas, como se construye el futuro. Ello significa que las partes del pasado tienen una complejidad inherente que descifrada puede formar el futuro, y este se construye en base a la línea de evolución hacia el futuro lejano, que va pasando por una tras otra construcción del futuro, cada una más óptima. El que algo exista en el futuro exige por tanto, que haya existido antes en el tiempo bajo otra forma, pero el hecho de que forme parte del futuro significa que dicha forma ya no existe y por eso ha sido construido a modo de invención. Las invenciones por tanto no existen, solo son una ilusión para construir nuestro futuro, como ocurre con todas las especies, solo que nuestra especie en la construcción de ese futuro también construye qué construcción se ha construido, dejando tras de sí, en el pasado, una huella de lo que ha sido el futuro, y de esa manera, no volvemos a construir nunca el mismo futuro, afectando al desarrollo normal del ciclo natural de la vida, dado que el resto de especies construye su futuro en base a la construcción que hacemos sobre la construcción de nuestro futuro, y por tanto su futuro viene más determinado que nunca por nuestro futuro. ¿Qué sucedería si otra especie decidiera construir junto con su futuro la construcción de cómo ha construido su futuro, en vista de lo que nosotros hacemos? ¿O acaso construimos sobre nuestro futuro con el único propósito de evitar que otras especies lo hagan?