Voy por el tercer capítulo y tengo los pelos como escarpias, Rodrigo Sorogoyen y Raúl Arévalo tienen visión de futuro.
Diálogos concisos quitando lo superfluo consiguen lacónicos, una energía imparable.
ES PURO REALISMO Y SINCERAMENTE, DA MUCHO MIEDO.
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Voy por el tercer capítulo y tengo los pelos como escarpias, Rodrigo Sorogoyen y Raúl Arévalo tienen visión de futuro.
Diálogos concisos quitando lo superfluo consiguen lacónicos, una energía imparable.
ES PURO REALISMO Y SINCERAMENTE, DA MUCHO MIEDO.