Buen retrato de la intrahistoria de la vida de la farandula de los años 80 en España.
Como mejor los shows circenses, la identificación de los famosos para ubicarlos (para los que no conocemos el mundo del corazón) y una trama que atrae.
Lo que peor, la sobreactuación y poco parecido de Jaime Llorente (todo lo contrario a Belen Cuesta), algún CGI que no estaba bien del todo, el cambio de formato de 4:3 a 16:9 en escenas del pasado (falseadas) y que en muchas ocasiones, respeten este punto, se trata a Barbara Rey como un personaje inocente y puro cuando también ha tenido que tener sombras que no salen en la serie.
Buena serie para pasar un fin de semana.