Precuela de los hechos acaecidos con anterioridad a la obra de arte de "el Silencio de los Corderos". A pesar de que cada una de las películas han sido dirigidas por diferentes autores, todas convergen en un thriller inteligente llenos de pequeños detalles manteniendo el suspense hasta el final, donde Hopkins, en sus apariciones, llena la pantalla en uno de sus personajes más logrados, al menos comercialmente y a nivel de su prestigio como actor, dando el protagonismo a Edwar Norton y Ralph Fiennes que no logran superar al bueno de Hannibal Lecter.