Transcribo mi opinión sobre esta obra de arte en la sección de spoiler, por si mis opiniones transgredieran lo permitido y pudieran ser susceptibles de llamarse así.
spoiler:
Y una obra maestra, como todo en esta vida, tiene que tener un final. Y Francis Ford Coppola se lo dió con esta película, aunque tardó dieciséis años en concebirla, donde Tom Hagen ya ha fallecido y en su sustitución aparece su hijo sacerdote, como sintomático anuncio de lo que va a venir, y además aparece un nuevo personaje, el hijo de Sonny, (gran papel de James Caan), un Vincent Corleone tan violento como su padre interpretado por Andy García y su historia de amor con la hija de Michael Corleone, María (interpretada por Sofía Coppola, la sobrina del director), que chirría por todas partes hasta su postrero final.
Michael Corleone se dedica, como deseaba, a las grandes finanzas, sus negocios sucios se han blanqueado y se codea con el Estado Vaticano y sus empresas por la gracia de Dios. Aprovecha Coppola para filmar la muerte de aquél Papa que quiso limpiar las telarañas del Banco Vaticano, a lo que se opuso la gran mayoría del clero, y así tuvo una más que sospechosa muerte, filmada por Coppola en su interpretación, tan buena como cualquier otra.
Y lo que se percibe durante toda la duración de la cinta es el arrepentimiento de MIchael Corleone, que incluso confiesa sus crímenes a Juan Pablo I, que vuelve a Sicilia a ver la ópera donde actúa su hijo, pero donde va realmente a morir, como Don Tomasino, el íntimo y fiel amigo de su padre. Ese grito ahogado por el dolor en la escalinata de la ópera es fiel reflejo del extraordinario e inmortal papel de Al Pacino en esta trilogía que sin duda es lo mejor que se ha filmado nunca, y que viendo los derroteros, jamás se filmará.
Trilogía de matrícula de honor, un 102.
Ya hace unos años que me vi las dos primeras de El Padrino, finalizo la trilogía por fin. No sé por qué tardé tanto tiempo en verla. Muy buena, me sorprendió que mantuviese bastante el nivel de sus predecesoras. Gran cierre a la trilogía y final conmovedor.