Excelente comedia romántica firmada por el gran Frank Capra, que amparado en un inmaculado guión nos habla de las vicisitudes de un joven idealista que se ve tocado por una herencia de nada menos que veinte millones de dólares, del año 1936, en plena depresión económica americana.
Tomando esa basa, Capra que le da todo el protagonismo a Gary Cooper buen acompañado por la siempre atractiva y talentosa Jean Arthur, lidia con su bondad innata y propia contra la codicia y la envidia que tal cantidad de dinero saca a la luz, y en un juicio irreverente y absurdo, esa bondad se impone a la lógica, y a los dos pecados capitales que tanto imperan en este mundo.
Lógicamente, el amor se impone en este tipo de películas, un amor al que se llega poco a poco, con toda la timidez y la delicadeza del mundo.
Matrícula de honor, 10, y a mi rincón de favoritas.