Película de acción amparada en un guión de ciencia ficción sobre las bondades y las maldades de la clonación humana, bondades sobre todo a la hora de acabar con las enfermedades, sus grandes posibilidades en el trasplante de órganos, en obtener alimentos casi indefinidamente y llegar prácticamente a la inmortalidad de los humanos como fín social.
Las maldades, como no, en la perpetuación de los que tengan la tecnología en el poder y la esclavitud del resto de la raza humana en manos de unos pocos afortunados. Ciencia ficción que cada vez es menos ficción y más realidad, tras la clonación con éxito de la oveja Dolly y a saber cuantos cientos más que desconocemos la opinión pública, de la que sólo nos ampara las legislaciones contrarias a su implantación, y hablando de políticos, miedo me da.
Mucho ritmo y mucha acción, con grandes dosis de humor y un guión inteligente en esta película dirigida sabiamente por Roger Spottiswoode, donde Arnold Schwarzenegger se encuentra en su salsa en uno de sus últimos papeles antes de meterse en política y firmar penas de muerte a mansalva, lo que ocurre es que allí la ficción se convierte en realidad y bajo su mandato se produjeron unas cuantas ejecuciones que podría haber evitado.
Con todo, notable película. Un 7.