Thriller de acción apocalíptico, donde lo único sugerente y atractivo es Amber Heard, que va luciendo curvas y modelitos apretados mientra nuestro nunca bien querido Nicolas Cage forma un pandemonium de mil diablos persiguiendo a una secta que raptó a su nieta, mientras William Fichtner representa a un pulcro contable que no sabemos para que aparece y porqué va detrás del bueno de Cage.
Patrick Lussier, el director, parece únicamente preocupado en que la cinta no pierda el ritmo y a fé que lo consigue, y para ello utiliza todo lo que tiene a mano, sexo, alcohol, sangre, violencia, explosiones, muertes por doquier, y su mayor activo, Amber Heard, siendo desde luego, lo de menos, si actúa bien o mal, mientras siga luciendo palmito.
No es la peor ni mucho menos de Nicolas Cage, y de un aprobado pasa a un bien por la interesante presencia de esta chica que le está poniendo muy difícil el divorcio a Johnny Depp. Lo dicho, un 6.