El grito de Izo resuena en el lugar de ejecución, donde acaba de ser crucificado acusado de un asesinato. Muere, pero deja una profunda maldición. Su alma no puede ir al cielo ni al infierno, y quedará flotando en el espacio y el tiempo. Años después un vagabundo aparece entre los edificios. Es la reencarnación de Izo y tiene un claro objetivo: matar...
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A Takashi Miike le odias o le amas, no hay término medio, tiene cosas interesantes como Crows Zero, que es una joyita, Sukiyaki Western Django o 13 asesinos, es verdad que con los años se hizo más accesible, pero tb tiene películas que no tienen ni pies ni cabeza y esta es una de ellas.
A los 15 minutos ya nos quedamos en plan wtf? cuando Izo le dice a una chica "una vez mi pene se froto con tu frasco del amor" y lo que viene después hay que verlo para creerlo, ese es el nivel de la película. Lo mejor de la película que deberían ser las peleas con katana, tampoco son nada del otro mundo, y en la mayoría de ellas la cámara se mueve demasiado. El guión no tiene mucho sentido y es una sucesión de imágenes cortadas y pegadas con un sentido inconexo.
Esto es más cine experimental que otra cosa, es su manera de ver el cine y no siempre consigue resultados apetecibles de ver para el gran público.
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