La dirección de un novato desluce un guión que de ser mejor llevado podría haber resultado una buena trama. El resultado es predecible y a Gere le empieza a pesar la edad, quedando la película para el lucimiento personal de uno de los mejores. Trama de espionaje al máximo nivel sobre un legendario asesino soviético al aparecer muchos años después un cadáver con su inconfundible modus operandi, y para investigarlo se recluta nuevamente a un viejo espía de la CIA que se encontraba disfrutando de su retiro. Interesante.