Tremendos los diálogos con Galdonfini, al que ya no se le veía en forma cuando va andando del aeropuerto, pasado de kilos y haciendo un papel con una locuacidad tremenda para lo que venía a hacer. Pitt en su línea, él solo llena la pantalla en este thriller sin mayores pretensiones que ajustar las cuentas. Un 6 es mi nota.
Como curiosidad, a lo largo de toda la película oímos a Obama hablando de la precariedad económica del país, y la última frase de Pitt al abogado es lapidaria de la tremenda crisis que nos sigue golpeando.