Divertido thriller de investigación judicial, donde un fiscal y una abogada se ven incursos en un procedimiento para defender a una joven mujer heredera de la obra de su padre, un pintor que falleció cuando ella era pequeña en un incendio donde se perdió gran parte de su obra.
Trío que irradia simpatía el de Robert Redford y una atractiva Debra Winger, que compite con la escultural Daryl Hannah para encandilar al fiscal, mientras investigan qué ocurrió con los cuadros y si siguen existiendo o no, en esta obra menor siempre bien dirigida por Ivan Reitman. Para cerrar los créditos, que realmente son el final de la película con las imágenes de la pareja a los sones de Rod Stewart,no se lo pierdan.
Interesante película para pasar un buen rato, un 6.