Pinocho es un clásico animado a mi parecer es muy encantador, trata de un carpintero que hace un muñeco de manera que el desea con todo su ser que se convierta en un niño de verdad, pasan demasiadas aventuras que cada escena es única desde las canciones hasta la animación, me encanta como pinocho es un muñeco muy dulce e inocente que busca con desesperación ser un niño de verdad, y que pepito grillo es su máxima conciencia que está hasta el final es muy carismático y cómico me agrada mucho ese personaje es uno de mis favoritos. Los villanos son excelentes cada quien a su propio estilo y también comicos en ciertos momentos. El final es muy hermoso y nostálgico. La música y la banda sonora van de acuerdo a la animación. Lo único malo son los malos hábitos en lo que se desarrolla como fumar cigarros o beber alcohol y mucho más. Un clásico sin duda de Disney.
Pero, ¿todas las voces interiores son iguales? ¿Todos compartimos una misma conciencia sobre el Bien y el Mal? El debate es más divino que humano, pero está claro que en «Pinocho» entienden que la conciencia del ser humano es la mejor guía para andar por la vida, confiando en que si la escuchas atentamente terminará siempre por mostrarte el buen camino.
A esa vida maravillosa y trágica despierta la marioneta Pinocho gracias al milagro de un hada que vive en las estrellas. Como conciencia física tendrá al antológico Pepito Grillo, personaje encantador que nos narra esta surrealista, enigmática, emotiva y fantástica historia de superación, aprendizaje, maduración y amor. Estos valores ya no interesan. A los niños ya nadie les advierte que lo bueno parece malo y lo malo bueno; que ser sincero es un acto de valentía, que la generosidad es un principio básico y que lo humano no es ser un mamífero con cerebro racional. Pinocho es humano mucho antes de ser un niño.
Disney despliega una animación insuperable. Me río yo del avance virtual de las productoras actuales, que no han inventado ni mejorado nada por mucho que se insista. En «Pinocho» el fondo marino tiene un color y una vida que fluye como la mismísima naturaleza salvaje y esa ballena imponente se presenta aterradora por su impecable realismo pincelado de creatividad. Qué capítulo más increíble. No solo eso, sino que es asombroso el tratamiento cinematográfico de la película, que incluye travellings o planos secuencias como si de cine real se tratase. Esto es muy grande.
Una obra deliciosa. Bella y mágica. Siempre vigente y siempre recordada.