Melodrama romántico donde se perfilan los profundos sentimientos que una persona deja a otra cuando se va para no volver nunca más, y la forma de llenar ese vacío que deja, ese profundo abismo de sentimientos incontrolables que te abocan a la soledad aunque seas totalmente consciente de ello y sepas que la vida continúa y que hay vida después de perder el asidero que te hizo feliz y ver morir los sueños que se tejieron con la persona amada.
En definitiva, pastel edulcorado hasta la saciedad, a veces demasiado meloso y en ocasiones profundamente reflexivo, cuando el dolor de la pérdida de una persona querida, y la sorpresa de que esa persona prevea que lo vas a pasar mal y que debes iniciar otra vida pasando página, y para ello te escribe para que esa cartas te vayan ayudando a salir de esa soledad que te niegas a abandonar, con el dilema moral si el que se va tiene derecho a seguir influenciando en tu vida cuando es la persona que precisamente te ha producido ese dolor y esa soledad, aunque no haya sido intencionado.
Como digo, película de grandes sentimientos que afloran durante toda la película, con una bonita primera parte en que comprobamos la química entre la pareja protagonista con un Gerard Butler excesivamente encantador, y una segunda parte donde Hilary Swank demuestra la extraordinaria actriz que es deambulando sola con su pena y con las cartas de su amor perdido y nunca olvidado.
Bonita y desde luego no es otra comedia romántica al uso. Vale la pena. Notable, 7.