Última entrega de la saga también dirigida por David TWohy, y protagonizada por Vin Diesel. Nada que ver con sus predecesoras más allá del personaje de Riddick, que aparece en un mundo apocalíptico, y vuelve a estar perseguido por mercenarios que quieren cazarle para cobrar su recompensa. Deslavazado guión, sin ningún punto que conecte el desarrollo de las dos películas precedentes a ésta.
Ciencia ficción, aliens poco efectivos, un simpático personaje. rayano con la estupidez interpretado por Jordi Mollá y un vehículo para hacer dinero no exento de buenos momentos. Inferior a los anteriores, con un Vin Diesel al que se le aprecian más sus silencios que en sus escasos diálogos. Un 7.
Es básicamente la misma película que la primera, pero ubicada diez años después. Sucede lo mismo, con la misma clase de personajes y los mismos eventos. Un poco innecesaria, pero, si te gustaron las anteriores, es difícil que esta no lo haga. Entretiene.