Una pequeña obra de arte basada en hechos reales que el gran Sidney Lumet llevó a la pantalla con un notable éxito de público y crítica, premiado con un Oscar al mejor guión, totalmente merecido.
Lumet inicia la acción con la entrada en el banco de los atracadores, y la termina con la resolución del mismo en menos de 24 horas. Mientras, tiene tiempo de denunciar la derrota de la guerra del Vietnam y el trato recibido por los soldados a su vuelta, que fue la indiferencia absoluta cuando no el rechazo de la sociedad, la homofobia de la purista sociedad americana, la ineficacia de las fuerzas policiales y el rechazo de la misma tras la masacre que se produjo en el centro penitenciario de Attica, el "síndrome de Estocolmo" que se produce en las víctimas de secuestro y la simpatía que las víctimas desarrollan con sus captores, y todo ello a través de trabajados diálogos con los que consigue presentar a la sociedad americana del momento.
Soberbia la actuación de Al Pacino, nominado al Oscar que se llevó Jack Nicholson, que consigue expresar toda la tensión del fracasado intento de atraco y los momentos posteriores, donde le abruma la presión del momento y las situaciones que se van produciendo con su amante, con su esposa e hijos, incluso con su madre, y su carisma de líder aplacando a John Cazale, en otro extraordinario papel de los pocos que realizó antes de su muerte prematura.
Destacar también la gran actuación de Charles Durning como el antagonista policial, más que destacado.
Notable 8 para esta pequeña gran obra de arte.