No deja de ser una película típica navideña para pasar el rato mientras preparas la cena de nochebuena. Aunque es una sorpresa la combinación tan extraña que hacen Tim Allen y Jamie Lee Curtis, teniendo una gran química.
Sin embargo, no hay mucho más que destacar, aunque veamos caras conocidas no saben aprovecharlos y terminan pasando sin pena ni gloria.
Tampoco podría faltar la típica escena de compasión o de buena acción navideña que hace que tu corazón de un giro. Sabes que esa escena aparecerá y aún así funciona.
Por lo que estamos ante una película de entretenimiento que consigue su objetivo.