Joe Begos sacó la idea de un Papá Noel de la serie Futurama. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.
Y, aunque parezca totalmente falso, me ha sorprendido la película “Christmas Bloody Christmas” para bien.
El comienzo de la misma dio un poco de… incoherencia. Ya que el robot apareció en dos o tres ocasiones “parpadeando”, por lo que el actor o quien hiciera los cortes oportunos, no se daban cuenta de este fallo que no pasaba desapercibido.
Así que podríamos decir que estábamos viendo otra película de “Navidades Infernales”.
Sin embargo, todo eso cambió, una vez que la trama comenzaba a desarrollarse, una trama simple, todo hay que contarlo, pero sólida y funcional dentro de este género.
Por lo que siempre va a más y nos encontraremos con escenas bastante decentes para una producción de este calibre. Donde la sangre se utiliza correctamente y las escenas gore o impactantes son llevadas con mucho cariño.
Además, nos ofrecerán muertes que nos dolerán e impactarán, algo que no esperaba en esta película.
Parece que Joe Begos quería ofrecernos una película donde no tuviera ninguna piedad con los personajes y así lo hizo.
Aunque, como bien sabréis, al final siempre deberá quedar el malo o la protagonista… así que podéis sacar vuestras conclusiones.
Llegado a este punto, me lleva a la gran actuación de Riley Dandy, actriz que he descubierto con esta película y que ha logrado sorprenderme para bien. Su personaje, asustadizo al principio y al borde del pánico, logra tener una evolución increíble.
Poco más se puede comentar al respecto, salvo que es una película que necesitáis ver siempre y cuando estéis buscando una película de terror navideña con algún toque diferente, ya que pocos Papa Noel robóticos asesinos encuentras en el cine. Aunque el resto de los ingredientes sean los mismos que en cualquier otra película slasher.
Continuación directa de la película “Plan en Familia”.
Y vuelve a suceder como anteriormente, siendo una película que no aporta nada a un género muy prostituido.
Eso sí, con la pequeña diferencia que el factor sorpresa ha desaparecido en esta ocasión, por mucho que quieran meterlo. Pues lo impactante de la historia fue contado en la anterior película, lo que la hace aún más predecible para el espectador.
Los actores siguen estando bien, sin destacar lo más mínimo, a diferencia de Mark o Michelle, los cuales tienen alguna escena de acrobacias que son entretenidas.
Por otro lado, el personaje de Kit Harington está muy limitado, no expresa ninguna emoción, a pesar de ser de la familia. Tampoco pone ninguna traba a los personajes principales, dejando claro, que es un personaje incompleto e inútil a pesar de su look sacado de cualquier película de James Bond.
En términos generales es una película entretenida, para pasar una tarde de Navidad sin más, pero se queda muy corta en muchos aspectos.