La verdad es que nada nuevo en el mundo del cine de terror. Fui a verla por la bola que le han dado a la caracterización del personaje que interpreta Nicolas Cage, pero tampoco es algo exagerado. Lenta, cabos sueltos, y escenas a las que, a mi juicio, se les podría haber sacado mucho más partido.
A su favor diré que tiene detalles buenos que me recuerdan a la película de El Exorcista (1973), por ejemplo cuando aparecen sombras, figuras, o siluetas muy concretas durante muy poco tiempo en pantalla.
Te entretiene y en algunos casos te pone en tensión, pero los espacios entre escenas tensas son largos y vacíos.