No está mal. Retrata la vida de Houston desde jovencita hasta el final de su vida de una manera simple pero elegante. En algunos momentos se hace especialmente dura (en especial una vez ha consolidado fama mundial), pero merece la pena. El final es impresionante, y demuestra la figura y el poderío que Whitney tenía. ¡Claramente era, y sigue siendo LA VOZ!