Fabulosa epopeya sobre la guerra de Secesión americana, con toda su crueldad, vileza y dureza al producirse sobre el suelo patrio, con la destrucción que conlleva y el enfrentamiento de hermanos, amigos y compatriotas con la finalidad de imponer una idea, más o menos plausible dependiendo del bando vencedor, aunque en estas guerras siempre pierden todos menos los de siempre, los que se lucran de los conflictos bélicos vendiendo armas, especulando y aprovechándose del dolor de las víctimas.
La Guerra Civil americana, o la Guerra de Secesión, como se conoce, viene impuesta porque una serie de Estados, prácticamente todos los del sur, tenían como negocio principal la agricultura y los cultivos, y la manufactura de los mismos, lo que financiaban con mano de obra esclava, generalmente de raza negra que venían transportados y vendidos desde África, la gran mayoría. Los Estados del Norte, mucho más industrializados y que tenían como granero los Estados sureños, eran partidarios de la abolición de la esclavitud, y de la mano de Abraham Lincoln, su Presidente, interpretado por Gregory Peck, lo lograron al vencer en esta guerra que desangró el país, y que aún mantiene vivos odios tras varios siglos entre sudistas y unionistas.
Mini serie muy bien ambientada, histórica, donde ralla a gran altura la interpretación de Stacy Keach, hilo conductor de la misma y quizás el actor más conocido, aunque existe una pléyade de secundarios a muy buen nivel y alguna estrella del pasado, como Sterling Hayden, uno de los grandes del cine negro americano.
Mi valoración, un 8.