No os voy a mentir, me puse a verla, porque pensaba que era una película de serie b.
Es de bajo presupuesto, se nota bastante, sobre todo al ofrecernos ese oseznos de los más “achuchable”.
Sin embargo, estamos ante una película sería y de terror vietnamita que, en ciertas escenas, podría causarte entusiasmo por lo que estás viendo.
Aunque estamos ante un arranque lento, que se come más de media hora de película, llegando a incluso 45 minutos, donde sólo vemos problemas de adolescentes.
Por otro lado, la historia podría haber sido mejor y más sólida, si el guión hubiera contado ciertos puntos necesarios para la trama.
Así que nos quedamos únicamente con una película de un oso, no cocainómano, que quiere ver muertos a todo aquel que se le cruce.
En algunos momentos, el dicho oso se ve bastante bien y en otros momentos es un personaje de videojuego. Pero bueno,... Desde mi punto de vista, da bastante el pego.
Otra de las cosas que he echado en falta, ha sido la utilización de la cámara en primer plano, ya que solo se ha usado en dos escenas. Y, desde mi humilde opinión, podría haber sido una herramienta muy útil para haber tenido un nivel de terror bastante alto.
Pero no, no han sabido utilizar los ingredientes que tenían encima de la mano. Por ello, le pongo la nota que veis, al menos no siento que haya perdido el tiempo.