La sustancia es una película de horror corporal tan grotesca como fascinante, que combina sátira y violencia extrema para criticar la obsesión por la belleza y la juventud, destacando las actuaciones intensas de Demi Moore y Margaret Qualley.
Aterrador el mensaje tan profundo que transmite y lo consigue, al menos conmigo, no deja indiferente. Una película que, en el fondo es muy triste por muchísimos factores, y sobre todo por uno de ellos, lo real que es.