La vida de Brian es el ejemplo perfecto de cómo Monty Python hace lo que mejor sabe: reírse de todo, incluso de lo que muchos considerarían intocable. La película es una obra maestra del humor absurdo, llena de diálogos ingeniosos, situaciones ridículas y personajes inolvidables. ¿Un tipo confundido con el Mesías? Claro, ¿por qué no?
Es imposible no soltar carcajadas con escenas como la "canción del lado positivo" o los debates filosóficos absurdos de los romanos. Pero cuidado, detrás de las risas hay una crítica mordaz sobre el fanatismo y la absurda naturaleza humana. Si no te ofende, te hará llorar… de risa.
Año 1979 y la crítica política y social es brutal y totalmente de actualidad. Lo que no entiendo es por qué se molestaron tanto en su día los cristianos, si apenas cargan contra la Iglesia o la religión, tan solo usan el contexto histórico..