Una película de segundas partes, de reencuentros, de vivencias, de volver a enamorarse veinte años después, de la nobleza de un combate, del honor y el respeto entre enemigos, del ladrón bueno y el soberano salvaje y sediento de sangre.
Gran película de Richard Lester, que cuenta con dos de mis más admirados actores, la bellísima Audrey Hepburn en su madurez y que volvió a filmar tras casi una década sin hacerlo, y Sean Connery, el escocés que siendo Sir dejó todo para vivir en su madurez con nuevo amor en su refugio de las Bahamas, dejando a Inglaterra con una esplendorosa deuda en impuestos.
Preciosa película donde la historia de amor entre Marian y Robin supera la leyenda, donde por fin se enfrenta al sheriff de Nottingham, y cierran con honor sus disputas de antaño con un respeto exquisito por ambas partes, con un gran Robert Shaw, y un Ricardo Corazón de León que fue uno de los grandes asesinos cristianos en las Cruzadas y que mató a diestro y siniestro en el nombre de Dios y rodeado por su Iglesia que no le impidió cometer los asesinatos en masa que cometió.
En definitiva, una película para saborearla.
Sobresaliente, 9.