Buena primera temporada. Parecían tener muy clara la línea de la serie. Manejaban bien el humor y la sátira de los musicales de la época dorada de Hollywood con gran cariño. Las canciones eran pegadizas y la trama lo justamente interesante como para querer continuar viendo. Un cast excepcional con grandes estrellas de Broadway.
Sin embargo todo el esplendor desaparece en la segunda temporada, literal y metafóricamente. Parece que pierden el rumbo de las cosas que funcionaban y quieren darle a todas las estrellas demasiado peso en la trama. Desgraciadamente consiguen que sus objetivos no sean interesantes y sus acciones poco creíbles sin evolución lógica. Es cierto que la época a tratar de la segunda, con el tipo de musicales que rompen con lo clásico y son menos melódicos, hacen que las canciones sean poco memorables y un tanto difíciles de escuchar en mi opinión. Se ve una forzada segunda temporada, en resumidas cuentas. La apuesta por cambiar de género es interesante, pero no ha resultado acertada.