Las hormonas no son ninguna revolución, ni gominolas. No, la revolución sería ayudar de una puñetera vez a la peña para que acepte su cuerpo y que vista-peine-gesticule como quiera, que ninguna de esas cosas tiene sexo. Por cierto, el término transgénero viene de un autoginefilo sexista, homófobo y transfobo, todo mal.