Tom Ford realiza una adaptación libre de la novela "Tres noches", también conocida como "Tony and Susan", de
Austin Wright, publicada en 1993.
Tony le envía a Susan, su ex esposa, un manuscrito que aún no ha publicado que cuenta la historia de un crimen y una venganza, superponiendo imágenes de la presunta realidad con imágenes de la novela que Susan lee presumiblemente en sus noches de insomnio.
La yuxtaposición de ambas realidades mientras Susan va leyendo el libro en tres noches hace que sus días vengan marcados por sus recuerdos, y su presumible realidad en su galería de arte con sus compañeras de trabajo, donde sus más allegadas se sorprenden ante la noticia de que tuvo un marido anterior, al que dejó destrozado. Y ese cuadro, que ella no recuerda haber adquirido, donde lo único que representa es la palabra "Revenge" en rojo sobre fondo negro, me lleva a pensar que su marido, a través de su obra, le quiere trasladar todo su dolor, todo su pesar y su remordimiento de esta forma tan perturbadora, precisamente para vengarse de ella, conclusión a la que llego previamente a la publicación de los créditos de la película, degustando mi segundo escocés.
Elegante y muy bien rodada, con una excelente fotografía y una extraordinaria y perturbadora puesta en escena, con una banda sonora perfectamente integrada con los fotogramas y saltando y cambiando en las dos realidades que percibimos, con una sugerente y atractiva Amy Adams y un siempre convincente Jake Gyllenhaal.
Mi nota, un 6.
No habiéndose quedado claro en mi interior el mensaje que pretende , me apunto la novela de Austin Wright, publicada en 1993, para leerla en estos días que restan de verano.
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Tom Ford realiza una adaptación libre de la novela "Tres noches", también conocida como "Tony and Susan", de
Austin Wright, publicada en 1993.
Tony le envía a Susan, su ex esposa, un manuscrito que aún no ha publicado que cuenta la historia de un crimen y una venganza, superponiendo imágenes de la presunta realidad con imágenes de la novela que Susan lee presumiblemente en sus noches de insomnio.
La yuxtaposición de ambas realidades mientras Susan va leyendo el libro en tres noches hace que sus días vengan marcados por sus recuerdos, y su presumible realidad en su galería de arte con sus compañeras de trabajo, donde sus más allegadas se sorprenden ante la noticia de que tuvo un marido anterior, al que dejó destrozado. Y ese cuadro, que ella no recuerda haber adquirido, donde lo único que representa es la palabra "Revenge" en rojo sobre fondo negro, me lleva a pensar que su marido, a través de su obra, le quiere trasladar todo su dolor, todo su pesar y su remordimiento de esta forma tan perturbadora, precisamente para vengarse de ella, conclusión a la que llego previamente a la publicación de los créditos de la película, degustando mi segundo escocés.
Elegante y muy bien rodada, con una excelente fotografía y una extraordinaria y perturbadora puesta en escena, con una banda sonora perfectamente integrada con los fotogramas y saltando y cambiando en las dos realidades que percibimos, con una sugerente y atractiva Amy Adams y un siempre convincente Jake Gyllenhaal.
Mi nota, un 6.
No habiéndose quedado claro en mi interior el mensaje que pretende , me apunto la novela de Austin Wright, publicada en 1993, para leerla en estos días que restan de verano.